Los Países Bajos son uno de esos lugares donde la realidad y la fantasía se confunden con una armonía simple y brillante. Los Países Bajos se visten de flores y perfumes a granja, canales de aguas azules o arenas. Las aspas de sus molinos hacen llegar a las vitales ciudades donde todo fluye en la más absoluta tolerancia y diversidad. Holanda ofrece cultura, bienestar, historia, música, color y simpatía, al lado de un legado único dejado por los numerosos artistas que se inspiraron en su paisaje. Todo lo que se descubre en los Países Bajos se mezcla con el agua y las flores, y como no, con las bicicletas. La bicicleta está ligada a este llano país por las que circulan a lo largo de los numerosos carriles habilitados para ellas. Situada a orillas del Mar del Norte, en la desembocadura de los ríos Rin y Mosa. Limita con Bélgica al sur y con Alemania al este. Su territorio forma parte de la llanura del norte de Europa y su relieve, que apenas rebasa los 50 metros, culmina en Limburgo a 322 metros de altitud. En el noroeste se extiende una región de restos de glaciares, arcillosos y arenosos, de bosques, pantanos y landas. Al sureste del Rin, la campiña, de suelo de arena y grava, presenta rasgos parecidos, mientras que la zona de Limburgo es una meseta calcárea, más fértil. Los ríos principales son el Rin y el Mosa.