La vistosidad de su artesanía convierten a Perú en un paraíso para las compras. En la capital se puede optar por las tiendas más modernas o por los deliciosos mercados incas. Entre las compras más usuales están las chompas, ponchos de lana de oveja, llama y alpaca. Conviene comprar estas prendas en las zonas andinas. Los tapices, realizados con la misma lana, son también espectaculares. La cerámica tiene unos colores muy vivos siguiendo costumbres ancestrales que varían de una zona a otra. Así, los motivos de los chimbú difieren de los incas y en cada región es distinta. Los instrumentos musicales son una de las buenas compras: concha de armadillo, flautas de pan, zampoñas, quenas o sikus elaborados con cañas de bambús o las ocarinas, de forma ovalada, fabricadas en barro y pintadas con diferentes motivos.
Los trabajos en mate o calabaza, las máscaras, los trabajos de caña de totora como barcas o figurillas, los cajones o juegos de ajedrez de incas contra españoles, constituyen auténticas maravillas. En joyería destacan los trabajos que imitan los diseños de las joyas encontradas en Sipán, como son aretes, brazaletes, colgantes y orejeras. Suele trabajarse la plata y el oro con gran maestría. Las pinturas peruanas, como las acuarelas, son cada una obra de arte. Son ilegales los objetos fabricados con plumas, conchas de tortuga, huesos o pieles de animales en peligro de extinción.